El Camino ha ido muy lejos,
y si es posible he de seguirlo
desde la puerta.
recorriéndolo con pie decidido (fatigado)
hasta llegar a un camino más ancho
donde se encuentran senderos y cursos.
¿Y de ahí a dónde iré? No podría decirlo.
Hace ya algunos años inicie este espacio con el anterior epígrafe. El
texto, para los conocedores de la obra de Tolkien, resultara del todo familiar.
Se trata de la Canción del Camino. Habla del devenir caminante, con la
incertidumbre de aquel que abandona su "status quo" hacia la aventura
de la incertidumbre.
Psicoanálisis y otros inventos. Así titule este Camino. ¿Hacia
donde me ha llevado? Tampoco podría decirlo. El escritor (como cualquier otro
artista; y es algo que ya he dicho antes) escribe primero para sí mismo.
Recuerdo hace algunos años al acudir a un concierto de un trovador,
anticipándose a las demandas del público, menciona: "Hermanos, tengo ya
una lista de canciones que tocaré, al terminar con ellas, aceptaré sus
solicitudes". El Camino puede ser el mismo, pero el camino seguido,
las pisadas, los tropiezos, los atajos, los desvíos son particulares. A lo
largo de estos años he podido escribir de lo que he querido y cuando lo he
querido. Algunos años no he escrito nada, salvo pequeños esbozos que luego son
abandonados. Pero el Camino sigue.
El Camino
sigue y sigue
desde la puerta.
El Camino ha ido
muy lejos,
y que otros lo
sigan si pueden.
Que ellos
emprendan un nuevo viaje,
pero yo al fin con
pies fatigados
me volveré a la
taberna iluminada,
al encuentro del
sueño y el reposo.
Quien se ha atrevido a dar el primer paso (en la vida, en la escuela, en
el trabajo, en el amor, etc) ya ha ido mas lejos que muchos otros. Suele
decirse sobre este primer paso que es el más difícil. Los subsecuentes ya no lo
son tanto. ¿Hasta donde llegar? Será hasta donde el caminante lo decida. Sus
pasos pueden resultar a su vez ejemplo para aquellos que
continúan estáticos.
Aun detrás
del recodo quizá todavía esperen
un camino nuevo o una puerta secreta;
y aunque a menudo pasé sin detenerme,
al fin llegará un día en que iré caminando
por esos senderos escondidos que corren
al oeste de la Luna, al este del Sol.
un camino nuevo o una puerta secreta;
y aunque a menudo pasé sin detenerme,
al fin llegará un día en que iré caminando
por esos senderos escondidos que corren
al oeste de la Luna, al este del Sol.
Para quien va de ida y de vuelta sabe que hay otros lugares a donde no
ha ido. Ese es el riesgo del caminante. Una ignorancia que es motor de impulso.
La experiencia del análisis, desde el Camino, inicia cuando el paciente ha
decidido dar el primer paso, no sencillo, de darle lugar a lo incierto, a lo
absurdo, a las certezas que le han mantenido inmóvil. El analizante surge
cuando se abandona el terreno seguro. La regla fundamental, el decirlo todo sin
la censura social. ¿Hacia donde se dirige un análisis? Es desconocido. El
analizante llegará hasta donde lo desee. Momento del retorno. Sin embargo,
quienes hemos iniciado el recorrido y vuelto, muy pronto nos damos cuenta que
no es todo. Que el deseo es un vacío. Uno que podemos bordear. Por senderos
desconocidos es como llegamos a eso por lo que estamos perdidos...